Retos de mujer emprendedora

¿Cuál es el camino de la emprendedora? ¿Cómo es el camino hasta convertirse en esa imagen de emprendedora exitosa que vemos en los medios?

Me gustaría lanzarte una reflexión de la complejidad de pertenecer a ese reducido porcentaje de emprendedoras que conseguimos mantener nuestra empresa 5 años después de fundarla.

En mi caso empezaré por mis tres obstáculos principales:

Ser mujer, ser joven y parecerlo.

IDENTIDAD

Con 26 años lancé CYCLO. Yo era una mujer joven, con una gran idea y sin mucho interés en parecer una persona que no era. Venía de una empresa en la que me obligaban a llevar tacones de 8 cm como parte de mi uniforme, así como falda. Y yo no quería que mi presencia física fuera una obligación para emprender. Por eso nunca he intentado disimular mi edad o “disfrazarme”.

¿Y por qué este detalle es importante? Porque en multitud de ocasiones, al concertar una cita con algún proveedor o entrar en algún concurso o proceso de financiación la primera pregunta ha sido: ¿cuántos años tienes? O lo que es peor, empezar una conversación profesional con “qué jovencita pareces”. Esto no es una afirmación que conlleve a algo positivo, esto refleja cómo mi interlocutor va a proceder a juzgarme por mi físico, por mi edad y va a hablar conmigo de una manera diferente que lo haría con cualquier otro “tipo” de emprendedor.

FALTA DE CONFIANZA

Esto nos lleva al siguiente punto, crucial en mi carrera. La falta de confianza. Mi negocio no despegó hasta que yo no creí de verdad que esto fuera posible. 

La búsqueda constante de aprobación de los demás, el arrastrar todas las veces que me han dicho no como actriz, el sentir que no estaba usando todo mi potencial...me ha hecho tardar muchos años en volver a ser esa niña que soñaba con ser poetisa, periodista o astronauta.

Ahora, me atrevo a soñar cada día en el tipo de vida y de negocio que quiero tener. Y no hay nadie que me pueda hacer creer que no lo voy a conseguir. Soy impasible.

Aquí te dejo un video de IG Tv donde cuento alguna de mis anécdotas favoritas al respecto…

REFERENTES

Una de las dificultades que siempre me acompaña es no tener referentes. No ya en mi vida personal -(¿te he contado que soy de San Blas, un barrio obrero de Madrid?)- si no profesionales. No conocía muchas mujeres con las que sentirme identificadas, que lideren como a mi me gustaría hacerlo o que emprendan en empresas del estilo de la mía.

Si que existen cada vez más, y en EEUU la verdad es que tengo bastantes mujeres a las que admiro y respeto. Me encantaría tener más referentes cerquita, más profesionales con las que poder contar en mi día a día, para apoyarme y resolver dudas o para simplemente compartir este viaje de emprender.

ENCAJAR EN ESE MODELO

Tratar de encajar siempre va a ser un obstáculo. El sistema empresarial y de manera general el mundo del trabajo, está organizado de manera lineal, un modelo que sirve para un emprendedor masculino, pero no para una emprendedora como yo. En mi manera de ver los negocios, los sentimientos, la empatía y sobre todo la ciclicidad, son aspectos fundamentales a tener en cuenta. Y no siempre he sentido que tenían cabida en mi entorno laboral.

El solo hecho de presentarme a diferentes concursos con un modelo de negocio en el que el foco es la educación y el descubrimiento del ciclo, ya ha marcado una gran diferencia en los resultados obtenidos. Nunca he encajado ni en los concursos de emprendimiento tradicionales, ni en los enfocados a la mujer (no soy moda, no soy cosmética, no soy una marca para mamis). Siempre me ando preguntando…¿dónde encajaré?

Por eso hace ya bastante tiempo que he decidido hacer lo que me dé la gana y no intentar ni por un segundo más encajar en un modelo emprendedor donde no tengo cabida. Me he centrado en crear el mío propio.

Quiero pensar que cada día trabajo para convertirme en el referente de la futura generación de mujeres empresarias. Y que mi experiencia le puede servir no solo a ellas, si no a mis socios colaboradores, a mis proveedores, a mis gestores bancarios y a tantos jueces y jurados de concurso a mirar de otra manera la forma de emprender que tenemos ese 52% de mujeres que conseguimos que nuestras empresas prosperen (frente al 34% de empresas fundadas por hombres).

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